Si desaparece, será como si no hubiera existido, como aquellas notas de suicidio que ahora reposan en la trituradora de papeles del infierno de los escritores. Berrinche de alguien sin carácter. Si permanece, puedes ignorarla y contemplarla, como a una novia, como a una afición; o suprimirla como tus sueños de asesinar focas mientras aplastas tus hemorroides en la silla de .